.: Talulah :.

...In this great future you can't forget your past...

domingo, enero 20, 2013

Pascual, Jacinta, los nardos, las violetas y el marañón.

Comienzo con: All you need is love - The Beatles 

Jacinta se levantaba todos los días, muy temprano en la mañana a tomar un café bien cargado que abriera sus ojos, su estomago y su cabeza y la dejara lista para un nuevo comenzar.

Comenzaba sus días sonriendo, así un mar de problemas cayeran a diario sobre ella.

Pascual, un hombre trabajador, sincero, lleno de vida y de ilusiones, se levantaba a la mañana, abría las cortinas de su habitación, daba un fuerte respiro de aire puro y sonreía  Él sabia que cada día seria una nueva experiencia cargada de emociones.

Jacinta y Pasucual se reunían todos los días en el comedor comunitario para ayudar a las personas que a él llegaban en búsqueda de un pan que apaciguara la fría noche que habían tenido en alguna calle. Jacinta y Pascual eran felices, juntos, así el mundo gritara lo contrario.

"I think I'm gona be sad,
I think is today, yeah..."

Ella, como toda mujer de pueblo, media el sol y la lluvias, con el simple salivar de su dedo. Tenía esa intuición asertiva sobre el estado del clima y de esta manera sabía claramente qué sembrar y en que fecha hacerlo. Él un poco reacio a su experiencia, desconfiaba siempre del instinto sobrenatural de Jacinta, trataba de hacerle creer que ella, pese a ser una gran mujer siempre estaría equivocada al respecto. Sin embargo, las cosechas de Jacinta siempre daban grandes riquezas para el hogar. Sólo ella sabia como manejarlas.

Un día Pascual, cansado del cultivo de flores, le llevo a Jacintas unas semillas de marañón, le pidió que las sembrara en tierra fértil y que ella vería como se harían millonarios de la noche a la mañana. Jacinta, desde que escuchó las primeras palabras de Pascual, desconfió de tan certero testamento promulgado por Pascual, ella, tenia instinto, ella sabría que nada buen traería para su hogar. Se resitió por un tiempo a sembrarlas 

"Money can't by me love..."
"I love you I love you I love you is all I want to say..."

De repente dada la presión de Pascual, Jacinta accedió a sembrarlas, sin saber él que le daba a ella las herramientas para la desconfianza.

Pasaron los meses y el cultivo no brillaba como debería brillar, los demás cultivos daban frutos y felicidad a la pareja, pero aquel sembrado de marañón, llenaba de ansiedad y preocupación a cada uno por aparte, a su manera. Jacinto se lamentaba todos los días por haber llevado esas semillas a casa, Jacinta se arrepentía día a día de haber permitido sembrarlas al lado de los hermosos nardos y violetas que adornaban el paisaje.

Una mañana, en la ausencia de Pascual, Jacinta se levantó como todas las mañanas  a preparar su café cuando de repente, al mirar por la ventana vio que el marañón por fin había dado frutos.

" I didn't realize as I looked in your eyes you told me oh yes, you told me, you don't want my loving anymore. Thats when it hurt me..." 

Contrario a lo esperado, Jacinta no saltó de felicidad. Un oscuro sentimiento corrió dentro de ella. Sabía que algo malo estaba por venir. Pascual, al llegar esa noche y ver el marañón florecido se llenó de regocijo y se sintió en una parte tranquilo porque había demostrado que no estaba equivocado, sin embargo, le inquietaba profundamente el presentimiento de Jacinta. Él sabia perfectamente a qué se debía esa intranquilidad que se adueñaba de ella, sin embargo, se mantuvo firme en su posición de haber hecho lo correcto.

Cinco días después del florecimiento del marañón, Jacinta se levantó a la mañana a preparar el café y al pararse en la ventana a disfrutar de su aroma y sabor, se percató de algo muy malo. Salió corriendo al jardín y pegó un fuerte grito. Pascual salióo afanado, apenas acomodándose la bata a ver que había pasado. Al levantar la mirada y ver lo sucedido, sólo pudo poner su mano en el hombro de Jacinta quien se hacía en el piso llorando. Las flores que tan bellas se veían en el marañón habían traído una plaga que había destruido el cultivo de nardos y violetas que tanto Jacinta cuidaba y por las cuales daba la vida.

Jacinta le reprochaba con dolor aquella impetuosa decisión de sembrar esas semillas. Ella sabía que nada bueno resultaría de ellas, estaba segura. Se arrepentía completamente de haber dado su brazo a torcer y haber aceptado esas palabras que la convencieron de sembrar al enemigo en su casa. El trabajo de tantos años se había visto destruido por un simple capricho, por unas simples ganas de satisfacción, por haber llevado la corriente.

Las cosas nunca volvieron a ser lo mismo. Jacinta se ensimismó y se negó  volver a salir a aquel desolado jardín sin flores que la saludaran cada mañana al tomar su café. No se perdonaba a si misma haber permitido sembrar esas semillas. No se perdonaba a si misma haber sido la autora material de aquel nefasto crimen.

Una mañana al despertar de Pascual, bajó a la cocina y notó que Jacinta ya no estaba. Le había dejado una nota, pegada en la cafetera que decía más o menos así:

"Mi amado Jacinto:

Media vida se me queda en estas letras, media vida se me escurre por las mejillas, media vida llena de recuerdos y emociones hermosas que adornaron tantos años de mi vida a tu lado se me van entre los dedos mientras escribo en este arrugado papel, pero ha llegado el momento de partir. Tu nunca podrás aceptar el gran error cometido, yo tampoco podré perdonarme el haberlo permitido, el haberlo patrocinado, el haberlo secundando. Aquello por lo que tanto luche conservar se ha venido al suelo ya no hay nardos ni violetas que me acompañen en mis mañanas. No tiene ningún sentido continuar con una historia llena de reproches por los errores que cada uno ha cometido. Es mejor partir y dejar que el sol vuelva a secar esta tierra para que un nuevo riego la vuelva a nutrir y algún día tu puedas volver a sembrar en ella.

Te dejo todos los enceres, me llevo conmigo 3 violetas y 2 nardos que sobrevivieron, para tenerlos en mi pelo todos los días hasta que estén secos. Cuando esto suceda los guardaré en aquel libro que tanto me gustó leer.

Con amor,

Jacinta."

Pascual cayó sentado en el comedor. Se negaba a creer que Jacinta hubiese partido por aquel suceso, no lograba entender el gran daño que había causado al llevar esas semillas de marañón aquella noche a su casa.

Cuentan los que historias se dedican a contar, que con el pasar del tiempo, Pascual empezó a regar y cuidar aquel jardín y hoy en día, es el cultivo de nardos y violetas más hermoso que existe en la zona, el cual por supuesto, le entrega grandes dividendos. Cuentan que cada mañana, Pascual se levanta se prepara un café cargado y al mirar por la ventana sonríe. Sonríe porque recuerda a la bella Jacinta y sabía que en el fondo, esa era la mejor decisión. 

"Little darling, its been a long cold lonely winter, little darling, it feels like years since it's been here, here comes the sun..."

  Y para Finalizar: Here comes the sun  - The Beatles.

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